Por Red Social ojosciudadanos
Engañados
a golpe de promesas y acuerdos que deslumbrarían a cualquier joven con ansias
de sobresalir pero con poca experiencia, es como han dejado a varios dirigentes
estudiantiles de las instituciones de educación media superior y superior. No
es difícil recordar el caso de Christian Briceño, ex líder estudiantil del ITCH
quien seducido por la maquinaría priista se enajenó por completo hincándose
ante ellos poniendo de por medio a sus representados, en una situación
condenada a repetirse hasta el infinito.
Y es
que a cambio de hipnotizadoras promesas los líderes de las casas de estudio de
Quintana Roo han vendido su alma y su cuerpo a políticos de patio que lo único
que pretenden es utilizarlos para después olvidarse de ellos al igual que del
pueblo entero.
Ya que
para políticos como Raymundo King o José Alberto Alonso Ovando resulta fácil
dorarles la píldora a chavos quienes aparentemente buscar entrarle a la
“grilla” desde el nivel de preparatoria y universitario, utilizándolos a placer
para llevar agua a su molino.
El caso
más reciente de esto se dio la semana pasada en la toma de protesta de la
Sociedad de Alumnos del ITCH, donde el actual presidente, Christian Cabrera
Sánchez, hizo su “padrino” –por decirlo de alguna forma– al diputado “Juanito”,
José Alberto Alonso Ovando, el mismo que abandonó a sus electores para ir por
un hueso más jugoso.
En
miras de una posible candidatura a la alcaldía capitalina, el titular de CAPA
busca de todas las maneras posibles recuperar la credibilidad que perdió al
ceder su curul de la manera en que lo hizo, y es que es bien sabido que debido
a su juventud los jóvenes estudiantes podrían ser ese ingrediente que asegure
su triunfo en las próximas elecciones.
Pero,
¿porqué tratar de poner al ITCH al servicio del PRI? Sencillo: hay de líderes a
líderes, y algo que distingue a Christian Cabrera de, por ejemplo, Alejandro
Fuentes líder del COLEST (UQROO), es un contacto más cercano con los
estudiantes al tomar el papel de portavoz y no mirarlos como gobernados, que es
la forma oficialista de proceder del joven Alejandro Fuentes Sánchez de la
Vega.
A
simple vista se pueden ver esas diferencias; mientras que el COLEST interactúa
con sus representados como si fuese una instancia de gobierno, la sociedad de
alumnos del ITCH actúa en un tono más informal, eso y aderezado con la
militancia del Cabrera Sánchez en movimientos disidentes como #YoSoy132 lo
colocan como un líder con bastante credibilidad, la cual está por verse perdida
con dicho proceder.
Sería
algo incongruente ver al líder del ITCH asistiendo a mítines de Alonso Ovando,
a realizar campaña mano a mano con el diputado Juanito, siendo su sector
operacional los jóvenes, sería incongruente dado su marcado
Estandarte
contra el priismo –al menos el federal- y su discurso basado en el cambio y la
esperanza de un México mejor. Y es aquí donde uno se preguntaría ¿Por qué
apoyar a una persona que defraudó y traicionó –tomo el término de la columna de
Anwar Moguel- al pueblo al cederle su diputación a una señora de dudosa
carrera?
No
sería congruente, no sería apropiado, pero pues aparentemente José Alberto
Alonso Ovando ve en el líder del “Tec” la oportunidad de recobrar credibilidad
con los jóvenes. Sería una pena que se voltearan las cosas y en lugar de eso
generara un rechazo del estudiantado contra su líder llevándose entre las patas
sus aspiraciones electorales.
Recordemos
lo que sucedió en el proceso electoral pasado cuando el líder del COLEST,
Alejandro Fuentes, se proclamó en su papel de líder de dicho organismo
estudiantil a favor del PRI y de sus candidatos, ocasionando con esto la rabia,
furia y hasta insultos del matriculado de la UQROO, situación que casi le
cuesta su cabeza, la cual fue salvada mediante maniobras turbias al ocasionar
la destitución de dos elementos del COLEST del Consejo Universitario. Ni
hablar, en ese caso no se procedió correctamente y hasta la fecha ese episodio
es una herida abierta para las corrientes disidentes de la UQROO.
Los
planteles educativos de nivel medio superior y superior de nuestro estado
deberían de impedir que políticos de patio se infiltraran en las asociaciones
estudiantiles a servirse con la cuchara grande de sus alumnos y su entusiasmo
por contribuir al desarrollo del Estado, o quizás después de todo se compruebe
de una vez por todas que dichas asociaciones son simples trampolines políticos
para jóvenes que anhelan clavarle los colmillos
a algún hueso que los partidos les cedan producto de los favores que estos les
hagan, olvidándose de los alumnos y pasándose por el arco del triunfo los
reglamentos de los centros de estudio educativos que como en el caso de la
UQROO, prohíben la militancia o proclamación a favor de algún partido político,
al menos cuando se esté en el nivel académico o se ostente algún cargo dentro
de ella.
Pero
después de todo, quizás solo sea empatía lo que hay entre el líder del ITCH y
Alonso Ovando, o en su misma falta de experiencia no se ha dado cuenta de que
puede ser utilizado como una herramienta electoral más en busca de un hueso
bastante devaluado como es la alcaldía de Othón P. Blanco.
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