Por: Jorge Argüelles
Para el diputado
presidente de la Gran Comisión de la Decimoquinta Legislatura, Eduardo Martínez
Arcila, quien actualmente sólo se transporta en una ostentosa camioneta
Suburban, los vehículos con los que cuenta el Congreso no son aptos para transportar
a los legisladores por cuestiones de seguridad, sin embargo, sí son aptos para
que los trabajadores de menor rango realicen las diligencias cotidianas. Por
ello es que para este año el Congreso del Estado le autorizará a cada uno de
los diputados un préstamo para adquirir un vehículo nuevo que cumpla sus
necesidades.
Esto con la excusa de
que legislaturas pasadas desaparecieron todo tipo de unidades oficiales. Con lo
cual ya tendrán un automóvil en el que podrán gastarse sus más de 20 mil pesos
mensuales que reciben para gasolina.
Según el legislador
que se dice panista, pero que implementa prácticas priistas, los vehículos
serán acorde a las necesidades de cada uno de los parlamentarios, puesto que al
final de cuentas se les descontará de su salario las mensualidades que acuerden
en el préstamo.
Eduardo Martínez
Arcila justificó la adquisición de la Suburban que es para uso exclusivo del
presidente de la Gran Comisión, la cual todavía se está pagando con dinero del
erario público y que tiene un costo en factura de 780 mil pesos, más los
interés a crédito, al decir que la unidad tenía que cumplir con las condiciones
se seguridad “mínimas” para viajar por todo Quintana Roo.
“Para los demás
diputados se buscarán esquemas donde ellos puedan sacar un vehículo y a través
de un apoyo o préstamo puedan ir devolviendo el vehículo, hay 11 diputados que
su lugar de residencia es en la zona norte del estado y se tienen que trasladar
para desempeñar sus funciones y trabajo y por cuestiones de seguridad y de eficiencia
en el gasto público lo más conveniente es que puedan adquirir sus vehículos, es
un tema de ayudarlos con un préstamo o algo porque no todos tiene 200 o 300 mil
pesos y será dependiendo de la necesidad que tenga cada diputado”.
Dijo que se buscan los
esquemas para financiar los automóviles o camionetas que quieran adquirir los
diputados, ya sea a través de un arrendamiento que especifique que al término
del pago los diputados puedan quedarse con las unidades.
“De acuerdo a este
nuevo presupuesto vamos a establecer cómo pueden acceder a vehículos, el parque
vehicular del Congreso es de 14 vehículos, de los cuales sólo 6 o 7 sirven pero
son vehículos pequeños que sólo sirven para las diligencias”.
Al inicio de esta
Legislatura, se autorizó la renta de dos camionetas “Durango” de lujo con cargo
al Congreso local para que Eduardo Martínez Arcila (PAN) y Emiliano Ramos (PRD)
puedan movilizarse, cada una con un costo de 900 pesos diarios, mientras que
los otros legisladores se mueven con vehículo propio.
“Yo tengo una casa
rentada aquí pero tengo que viajar a Cancún, las camionetas las conseguimos en
un buen precio porque no hay vehículos para transporte”.
La estrategia de este
despilfarrador diputado fue insistir en que otras legislaturas se llevaron los
vehículos, aunque hasta la fecha no hay demanda alguna, o siquiera un
investigación para saber el paradero de las unidades oficiales que debería
contar el Congreso de Quintana Roo.